Sobre mí
"La vida es demasiado seria como para no tomársela a broma"
Todavía conservo algunos de los cuentos que con nueve o diez años tecleaba a dos dedos, en una antigua máquina Olivetti. Creo que incluso traté de venderlos a los amigos de mis padres.
Con una mente inquieta y curiosa, ya soñaba con ser periodista, escritora, artista, dibujante, psicóloga o actriz… o todo a la vez. De ahí quizás la dualidad que me ha marcado siempre: comunicativa, curiosa, luchadora, por un lado… y creativa, sensible, imaginativa por otro.
A veces soy caótica, despistada y me pierdo fácilmente.
Para mí, lo importante es la familia que tienes (en mi caso, sobre todo mis hijos) y la que eliges (los amigos).
«Todo me lo he ganado a pulso, incluso mis fracasos» y es que… que nunca me doy por vencida. Creo que ser perseverante y tener claro lo que quieres te lleva a conseguir tus metas.
Cuando me preguntan por qué «Marx», o cómo surgió mi seudónimo, suelo contar que empecé escribiendo monólogos de humor, y firmé con el apellido del genial Groucho. Mi primera novela «Mili…¡milagro!» en 2012 es la única que aparece con mi apellido, porque después, cuando publiqué con Planeta y me preguntaron por algún seudónimo, me animaron a retomarlo. Desde entonces, Sylvia Marx es mi alter ego literario, por el que todos me conocéis.
¿Mis puntos fuertes? Según mis lectores, las tramas son adictivas y dinámicas. Destacan los giros sorprendentes (esos impredecibles que te pillan desprevenido) así como el perfil psicológico tan real de mis personajes, a los que dedico mucho tiempo y cuidado en cada novela.
Dicen que son novelas «feel good», historias que te divierten, te emocionan, te hacen reflexionar y sobre todo… siempre te dejan un buen sabor de boca.